La joven deportista, menor de edad, se encontraba entrenando en Italia como parte de un programa de intercambio entre federaciones.
La noche del 4 al 5 de agosto, presuntamente fue víctima de abusos sexuales por parte de tres atletas del equipo italiano.
Según las primeras investigaciones, los hechos habrían ocurrido en la habitación de la víctima, ubicada en la residencia donde se alojaba la delegación uzbeka.
La joven habría sido sometida a tocamientos inapropiados y a una posible violación.
Al despertarse y percatarse de lo sucedido, la víctima se dirigió a su compañera de habitación, a quien le relató lo ocurrido.
La denuncia formal se interpuso ante las autoridades italianas al día siguiente.